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Bienvenidos sean, este blog tratará algunos temas relacionados con la enfermería y el mundo de la salud. Esperamos que se entretengan.

"Educar no es enseñar al hombre a saber, sino a hacer" Florence Nightingale.


domingo, 20 de noviembre de 2016

Vías de administración de fármacos: vía parenteral.

A la hora de administrar fármacos podemos encontrarnos con diferentes tipos de vías, sin embargo, la vía parenteral es la más rápida y la que consigue una mayor eficacia del medicamento, es por ello que será la que se desarrollará en esta entrada.


En función de la profundidad que alcanza la punción en los tejidos (piel, mucosas, musculo, torrente sanguíneo...) nos encontramos con diferentes técnicas de inserción, diferentes ángulos a la hora de abordarlas, así como distintos modelos de agujas y tamaños de estas.





1. VÍA INTRADÉRMICA


Es la técnica en la que la aguja penetra de la forma más superficial en el organismo, atravesando solamente la dermis. El ángulo de penetración de la aguja es entorno a unos 15 grados. Para la administración por esta vía se utilizaran un aguja fina, de pequeño tamaño y de bisel corto.

Está indicado para el uso de pruebas diagnósticas (alérgenos, pruebas de sensibilidad, etc.) y para la aplicación de anestésicos locales. Los lugares de aplicación son zonas con poco vello y poca pigmentación, tales como la cara anterior del antebrazo, la región subescapular y supraescapular, así como la cara anterior y superior del tórax (por debajo de las clavículas).


El procedimiento sería la siguiente: explicar al paciente el procedimiento a realizar, y mantener la higiene básica para llevarlo a cabo (lavado de manos, guantes, etc.). Comprobar que todo está correcto, es decir, comprobar paciente, dosis, medicamento, etc. Debemos realizar una limpieza de la zona que vamos a punzar. A continuación, tensar la piel de la zona a puncionar, y pinchamos con el bisel hacia arriba en un ángulo de 15 grados. Debemos introducir solamente el bisel, y no toda la aguja, realizándolo de forma paralela al tejido cutáneo e inyectaremos el medicamento, teniendo en cuenta que la inyección debe realizarse de forma lenta. Una vez administrada la medicación en la piel se formará una pápula. En ningún momento debe presionarse o frotar la zona de la pápula.

Para facilitar el visionado de la técnica, añadiré un vídeo




2. VÍA SUBCUTÁNEA


Se trata de una vía fácilmente accesible y los requerimientos técnicos son escasos, llegando incluso a que un paciente correctamente adiestrado puede utilizarla sin problemas. Además, no es muy dolorosa. Entre las desventajas la absorción de la medicación es más lenta que por otras vías y que el volumen a inyectar de medicamentos es bajo. 

Las zonas preferentes de administración son: el tercio medio de la cara externa del muslo, tercio medio de la cara externa del brazo, cara anterior del abdomen, parte subescapular, flanco del abdomen, cresta iliaca, lateral de la nalga…


En cuanto a la técnica: hay que hacer las comprobaciones oportunas (paciente, medicamento, dosis, hora…) y preparar todo el material necesario. Se comienza informando al paciente y, a continuación, se hace una desinfección de la zona con un antiséptico. Con la mano no dominante se toma un pellizco de la zona que se pretende puncionar. Una vez realizado esto, con la mano dominante cogemos la jeringuilla con la aguja incorporada, y con el bisel hacia arriba, introducimos la aguja con un ángulo de 45 grados. Antes de inyectar la medicación debemos aspirar para comprobar que no hemos tocado ningún vaso (se deberá volver a pinchar en otra zona). Por último, soltamos el pliegue e inyectamos el producto.

Otro vídeo explicativo:






3. VÍA INTRAMUSCULAR 


Entre las Desventajas nos encontramos con que es dolorosa, su uso está restringido a determinados pacientes (baja masa muscular o pérdida de masa muscular). Puede dar lugar a infecciones localizadas o lesiones en nervios periféricos. La administración constante en una misma zona puede ocasionar fibrosis local, lo que produce una reducción progresiva de la absorción. 

Como Ventajas destacar que se trata de una vía de acceso rápido y que no requiere la colaboración del paciente. La absorción de los fármacos se produce de una manera suficientemente rápida. Evita en gran parte el efecto de primer paso. Es útil para la administración de formas medicamentosas de liberación prolongada.

En cuanto a las zonas de administración 2 imágenes explicativas:



Respecto al procedimiento: tras preparar el material, y realizar todas las comprobaciones anteriormente citadas, realizaremos una desinfección de la zona a puncionar.

Una vez seleccionada la zona de punción, introduciremos la aguja con ángulo de 90 grados, con un movimiento firme, seguro y de una sola vez. Antes de proceder a inyectar la medicación debemos aspirar para asegurarnos de que no estamos en un vaso sanguíneo (en cuyo caso debemos proceder a pinchar de nuevo). El medicamento debe inyectarse lentamente, comprobando la reacción del paciente. Una vez administrada la medicación retiraremos la aguja tras esperar unos segundos. Esta espera nos garantiza que no se pierda ninguna parte de la medicación. Para retirar la inyección, presionaremos con una torunda o un algodón la zona puncionada, y a continuación extraeremos la aguja con suavidad y rapidez. Por último, presionaremos la zona y frotaremos ligeramente para favorecer la administración.

Vídeo ilustrativo: 




4. VÍA ENDOVENOSA
La administración endovenosa consiste en la introducción de sustancias medicamentosas directamente al torrente circulatorio. A través de esta vía, los fármacos alcanzan rápidamente concentraciones altas en la sangre.  Al seleccionar la vena a puncionar para la administración de medicamentos es importante considerar los siguientes factores: localización y estado de la vena, propósito y duración de la terapia. 

Por norma deben usarse las venas distales de las extremidades superiores, avanzando posteriormente hacia las proximales. Deben evitarse las venas de las extremidades inferiores. La circulación en estas venas es más lenta, aumentando el riesgo de flebitis y trombosis. 

Se recomienda, evitar las áreas de flexión a menos que se inmovilice la articulación, para evitar el desplazamiento del catéter venoso periférico en la vena, que posiblemente podría causar el retorcimiento del catéter, restringiendo el flujo de líquido. Además, el uso de estas venas limitará el movimiento y la independencia del paciente.

Algunas zonas de inserción: 


Vídeo práctico:




Finalizo añadiendo algunas páginas web de interés por si quiere completar más la información.



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